Hotel Tierras de Cebreros, confortable elegancia entre viñedos
Dicen que nadie es profeta en su tierra, pero lo dicen sólo quienes no conocen a Lidio Nieto. Este abulense, catedrático de Lengua Española, investigador y empresario, acaba de culminar en suelos cebrereños un proyecto pionero e insólito. Bien podría haberlo instalado en cualquier otro punto de la geografía nacional o, incluso, más allá de nuestras fronteras, pero eligió los campos de Ávila y, en concreto, los del Valle del Alberche, al abrigo de la ladera norte de la Sierra de Gredos, para levantar Tierras de Cebreros.
Don Lidio Nieto, propietario del Complejo Enoturístico Tierras de Cebreros
Se trata de un imponente complejo enoturístico que alberga en su interior una moderna bodega, un museo, dos restaurantes y un encantador hotel. Lo nunca visto antes por estos lares, dominio secular de lo pequeño, lo artesano y lo tradicional. En este escenario, Tierras de Cebreros constituye una apuesta “a lo grande” por la revaloración turística y vinícola de la zona. Para empezar, su propietario tuvo que conseguir agrupar multitud de pequeños minifundios hasta lograr un marco de 40 hectáreas de viñedo propio. Allí se yergue la edificación, cuyas líneas puras y elegantes se dibujan contra la llanura.
40 hectáreas de viñedo propio en pleno Valle del Alberche
Quedarse a dormir en Tierras de Cebreros supone, pues, todo un privilegio. El hotel cuenta con doce únicas habitaciones que miran, todas ellas, al sur, hacia ese lienzo donde conviven cepas centenarias, plantadas en vaso, con bisoñas vides racionalmente dispuestas en espaldera. Visitar el paraje, conocer el proceso de elaboración del vino y descansar después en una de estas confortables estancias conforman una experiencia enoturística memorable.
Aquí el entorno garantiza la tranquilidad absoluta, mientras que el diseño del espacio asegura el confort. Y es que los dormitorios han sido equipados con todas las comodidades deseables –aislamiento acústico y térmico, climatización, minibar, caja fuerte, amenities de lujo…- pero sin renunciar por ello a la calidez en aras de la modernidad, como tantas veces sucede. Cada detalle rezuma elegancia y naturalidad, las señas de identidad de Tierras de Cebreros.
Habitación doble estándar con vistas a los viñedos
COME, CATA, SUEÑA
Para cualquier huésped, desayunar en su hotel es normal. Pero en Tierras de Cebreros el desayuno adquiere una nueva dimensión. Se sirve, en formato de bufé, en un espacio exclusivo para los clientes alojados. Lejos de ser una cafetería común, esta sala, presidida por una obra de enorme formato del mejor muralista moderno de España, el burgalés José Vela Zanetti, es distinguida y acogedora, perfecta para la reunión y la charla. Avanzado el día, se convierte en el punto de encuentro para tomar el aperitivo previo a la comida, que puede reservarse en cualquiera de los dos restaurantes del complejo: Sursum, ubicado a continuación de este espacio; o Deorsum, el comedor anejo levantado frente al viñedo. En ambos se pueden degustar los mejores productos de cercanía, aunque sin renunciar por ello a exquisiteces llegadas de los más diversos orígenes, como las ostras francesas o el shiso japonés. Para acompañar, vinos de la bodega propia que, por cierto, se pueden descubrir también allí directamente reservando la cata didáctica en el hotel.
Completo desayuno bufé
Salón exclusivo donde se ofrece el desayuno bufé a los huéspedes del hotel
Sala de catas y aula didáctica
Comer, catar y soñar son algunas de las cosas que se pueden hacer sin salir del coqueto establecimiento, pero no las únicas. También es posible visitar un increíble museo multidisciplinar donde conviven obras de pintores, escultores y grabadores de las más diversas procedencias, aunque con especial preeminencia de los artistas locales, como Fernando Sánchez López o Florencio Galindo. Una muestra privada al alcance de los clientes de Tierras de Cebreros.
Sala de catas y aula didáctica
Y YA QUE ESTAMOS…
Por su ubicación, el hotel Tierras de Cebreros es perfecto para desconectar del trajín diario. Pero no sólo eso: también resulta idóneo como punto estratégico de partida para conocer muchos destinos de interés. A tan sólo 29 kilómetros se encuentra Ávila, con su emblemático casco histórico delimitado por las icónicas murallas, y, a apenas 30 kilómetros, San Lorenzo de El Escorial, donde se levanta el Real Monasterio considerado la octava maravilla del mundo. Aunque también se puede hacer turismo sin apenas desplazamiento, ya que en la propia localidad de Cebreros está el Museo de Adolfo Suárez y de la Transición, así como un buen puñado de iglesias, palacios y numerosos puentes históricos, como el que atravesó Isabel la Católica para reunirse con su hermano Enrique IV, en 1468, en el cercano paraje de Los Toros de Guisando, donde fue reconocida como futura Reina de Castilla. Es importante la visita de estos verracos vetones, porque el lugar no deja de ser el del nacimiento de nuestra historia moderna. También es digna de mención la visita a la reserva natural del Valle de Iruelas, perteneciente al pueblo vecino de El Tiemblo. Además, para los más aguerridos, el hotel facilita actividades multiaventura, que pueden ser el colofón perfecto tanto para un divertido fin de semana entre amigos o en pareja como para una intensa jornada empresarial.
Cultura, diversión, descanso, vino, gastronomía y mucha, mucha tranquilidad. El conjunto existe y tiene un nombre: hotel Tierras de Cebreros.
Complejo Enoturístico Tierras de Cebreros
Hotel Tierras de Cebreros
Localización: Complejo Enoturístico Tierras de Cebreros. AV-504, km 3, 05260 Cebreros, Ávila, España.
E-mail: reservas@tierrasdecebreros.com
Reserva de mesa: (+34) 664 52 96 37
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