Bichopalo inicia una nueva etapa con una esencia más conectada a Asia sin perder su raíz mediterránea. El proyecto del chef Daniel Pozuelo evoluciona con imagen renovada, dos menús degustación y un espacio rediseñado que da protagonismo al pase en directo y a la cercanía con el comensal.

Fachada renovada del restaurante en la calle Cristóbal Bordiú Fachada reformada en Cristóbal Bordiú, 39, Chamberí.

Novedades 2025

Tras cinco años de recorrido, Bichopalo se reinventa con una identidad que mira a Oriente en técnicas y estética, y al Mediterráneo en producto y memoria gustativa. La nueva imagen se aprecia en los acabados, en la iluminación cálida y en una vajilla de artesanía que subraya el carácter de cada pase. El resultado es una experiencia más íntima, pensada para disfrutar a ritmo pausado y con atención al detalle.

La cocina mantiene su espíritu viajero: fondos limpios, ácidos medidos y salsas que realzan —no ocultan— el sabor principal. El discurso se apoya en estacionalidad y en una red de proveedores que incluye referencias de kilómetro 0 y selecciones de España, Francia, Japón o Canadá.

Cocina vista con emplatado de varios pases en directo Cocina vista y pase en directo: cercanía y precisión en cada servicio.

Este 2025 llega, además, con un hito: Bichopalo celebra su tercer Bib Gourmand consecutivo, un reconocimiento que premia la excelente relación calidad-precio y lo confirma como una de las direcciones imprescindibles para los que buscan cocina con personalidad en Madrid.

La gran novedad es el salto del único menú a una oferta con dos recorridos. El menú corto propone 6 pases (40 €) que condensan la esencia de la casa: bocados afinados, guiños asiáticos y un hilo conductor mediterráneo. El menú largo amplía a 11 pases (75 €), ideal para quienes desean profundizar en el viaje de sabores y texturas.

Ambas rutas pueden ampliarse con sugerencias estacionales y producto de cercanía. La secuencia está pensada para fluir: entradas frescas, puntos de calor que reconfortan, y un final goloso con postres que apuestan por la fruta y la cremosidad sin exceso de azúcar.

Patatas con mantequilla, miso y trufa servidas en vajilla artesanal Patatas con mantequilla, miso y trufa: cocina de confort con acento nipón.

La filosofía se resume en una idea: más sabor, menos artificio. Cada pase busca un recuerdo reconocible —una patata, una gildita, una vieira— y lo conduce hacia territorios nuevos mediante técnicas como encurtidos suaves, fondos clarificados o salsas aireadas.

Platos y bocados destacados

En los aperitivos aparece el juego con los clásicos: la casa reinterpreta la gilda desde el mar con piezas de iwashi y hierbas frescas; un bocado directo que equilibra salinidad y acidez.

Bocado tipo gilda con iwashi y hierbas frescas Iwashi ‘gilda’: tradición vasca en clave asiática.

Entre los pases centrales asoma la vieira en aemono, aderezada con hueva de trucha y un apio encurtido que aporta crujiente y frescor. La salsa, sedosa y vegetal, encaja con la dulzura del molusco y realza su textura.

Vieira en aemono con hueva de trucha y apio encurtido Vieira en aemono: equilibrio entre dulzor, acidez y umami.

Para el cierre dulce, un postre de kabocha con notas cítricas de mandarina: cremosidad ligera, matices tostados y flores que aportan fragancia sin saturar. Un final luminoso y muy otoñal.

Postre de calabaza kabocha y mandarina con flores comestibles Kabocha oxidada con mandarina: goloso, aromático y ligero.

Sala y puesta en escena

La reforma elimina la barra y da máximo protagonismo al pase. El comensal puede seguir el emplatado y el ritmo real de la cocina, con una sala íntima, madera vista y plantas que suavizan el conjunto. Para quienes no puedan acercarse, los servicios de fin de semana se retransmiten en directo en las redes del restaurante, manteniendo la conexión con su comunidad.

Sala íntima con iluminación cálida y mesas separadas Sala íntima: luz cálida y detalle artesano para comer sin prisa.

La experiencia de sala está pensada para acompañar, no para interrumpir: explicaciones concisas, tiempos bien medidos y una vajilla que aporta textura visual sin robar protagonismo al producto.

Bodega y maridajes

La parte líquida apuesta por pequeños productores y referencias con carácter, desde blancos tensos a tintos de trago largo. En paralelo, se exploran maridajes con sake: desde un vermut de sake como apertura a etiquetas elaboradas en el Pirineo, que dialogan con los toques umami de la cocina.

Servicio de apertura de una botella para maridaje durante el pase Maridajes: vinos de autor y guiños al mundo del sake.

El objetivo del maridaje es sumar capas sin tapar el plato: acidez que limpia, burbuja fina para grasas elegantes y sakes que potencian fondos y reducciones.

Datos prácticos

  • Dirección: Calle de Cristóbal Bordiú, 39. 28003 Madrid.
  • Teléfono: 91 770 06 63 · Reservas: reservas@bichopalo.es
  • Menús degustación: corto (6 pases) 40 € · largo (11 pases) 75 €. Posibles ampliaciones estacionales.
  • Distinción: Bib Gourmand (Guía MICHELIN).

Una casa que busca lo memorable desde la sencillez bien entendida: más Asia, más sabor y más experiencia. Bichopalo os espera en Chamberí.