Los 10 pueblos con más encanto de Salamanca

Dentro de la comarca de la Sierra de Francia, encontramos La Alberca, uno de los pueblos más bonitos de Salamanca y declarado Conjunto Histórico- Artístico en 1940, han sabido mantener su arquitectura típica serrana con construcciones de piedra y vigas de madera, las puertas de las casas están enmarcadas con inscripciones y anagramas religiosos. La Plaza Mayor es el punto neurálgico del pueblo con floridos balcones y soportales con columnas de granito, donde se encuentra el Ayuntamiento, pequeñas tiendas de artesanía y algunos restaurantes, donde poder degustar la típica cocina salmantina. Los vecinos de La Alberca son fieles guardianes de sus tradiciones y aún es posible ver a la Moza de Ánimas recorriendo el pueblo cada día tocando la esquila por los difuntos.

Situado a 23 kilómetros al sur de la ciudad de Salamanca, la actual población de Alba de Tormes surge en plena Reconquista, en tiempos de Alfonso VI, que ordenó la repoblación a su yerno, el conde Raimundo de Borgoña. Fueron sus pobladores quienes introdujeron la arquitectura mudéjar y construyeron la muralla y el puente sobre el río Tormes. La iglesia de Santiago, las más antigua de Alba de Tormes y de las más bonitas de Salamanca, conserva de su fábrica mudéjar la cabecera de arcos trilobulados. El Monasterio de San Leonardo del siglo XII, conocido como monasterio de San Jerónimo fue fundado por los monjes premostrantenses del que hoy se puede visitar las ruinas de la iglesia. Y como visita recomendada el Castillo de los Duques de Alba, en su torre-museo el visitante podrá conocer la importancia de la Casa de Alba en la región a través de los siglos (entrada al museo 3€ y por 1€ más se puede visitar el museo de la alfarería en la iglesia de Santiago).

A 30 minutos de Salamanca ciudad se encuentra Ledesma, una pequeña villa medieval declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1975. Ciudad de origen romano que aún conserva restos románicos en tres de sus tempos: la parroquia de Santa Elena, San Miguel y Santa María la Mayor. Entre sus construcciones medievales destaca el Castillo de Ledesma, visita imprescindible y gratuita, puedes pedir las llaves de acceso al castillo en el bar que hay junto al recinto amurallado, desde el mirador se puede ver unas bonitas vistas del pueblo. En Ledesma no puedes dejar de visitar por un agradable paseo sus murallas, la puerta de San Nicolás, el Verraco, el Menhir del Mirador, el Puente Viejo y el Puente Mocho.

En la comarca de la Sierra de Francia y a unos 80 kilómetros de la ciudad de Salamanca se encuentra Mogarraz, considerado como uno de los pueblos más bonitos de Salamanca por saber mantener su arquitectura serrana y encontrarse en un entorno de gran valor ecológico, en el Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia. Mogarraz fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1998. Entre sus callejuelas y su arquitectura de entramados de madera, piedra y adobe encontramos algo que llama mucho la atención del visitante, casi 400 retratos de paisanos de Mogarraz de finales de los 60, que adornan las fachadas de las casas. Monumentos destacados que debes visitar: la Cruz de los Judíos, Ermita del Humilladero, Fuente del Humilladero, el Calvario, Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves, Museo Etnográfico o su Plaza Mayor con forma ovalada.

Situado a 50 kilómetros al sur de la ciudad de Salamanca, se trata una villa medieval con muchos siglos de historia. Dentro del recinto amurallado podemos encontrar el barrio judío, un entramado de callejuelas con edificios de poca altura, la Iglesia parroquial de Santa María de la Asunción donde destaca su retablo barroco. A destacar el Castillo de Monleón, una fortificación restaurada por sus propietarios y de titularidad privada por lo que no se puede visitar, pero merece la pena visitar el exterior y disfrutar de su Torre del Homenaje con 5 plantas y 8 garitas voladas.

En la Sierra de Béjar y en un enclave privilegiado se encuentra el pueblo de Montemayor del Río, conocido por su majestuoso castillo en el que se encuentra el Centro de Interpretación del Medievo, ofrecen visitas guiadas para recorrer y conocer la historia del Castillo de San Vicente, el recorrido se puede realizar en 1 hora y las vistas del entorno son inmejorables. En el interior del castillo se puede disfrutar de un restaurante muy recomendable basado en el concepto slow food recurriendo a los productores locales para la elaboración de su oferta gastronómica de la región. Imprescindible pasear entre sus calles y visitar la Iglesia parroquial, la Plaza Mayor o la Ermita de San Antonio.

Un pequeño pueblo entre la sierra de Francia y la Sierra de Béjar integrada en la comarca de Guijuelo. Por su clima seco y frío característico de la zona, hace que sean las condiciones óptimas para llevar a cabo la actividad chacinera con métodos tradicionales de procesado, por eso son tan emblemáticos sus productos como el jamón ibérico. También el granito ha tenido un desarrollo muy importante para el municipio, por eso levantaron a las afueras del pueblo un Parque Temático del Granito que alberga un centro de interpretación del oficio de los canteros desde sus orígenes.

Situado en la comarca de Guijuelo y con una rica historia de la época romana y visigoda. La villa medieval de Salvatierra de Tormes cuenta entre su patrimonio con el Castillo de la Mora Encantada junto al embalse de Santa Teresa donde hace un siglo se encontró un yacimiento con restos de la época romana y visigoda y actualmente se encuentra bajo las aguas del embalse. Junto al embalse el encuentra el Dolmen de El Teriñuelo, bastante bien conservado, pero no hay indicaciones de cómo llegar, los atardeceres son espectaculares.

Entre la frontera de Cáceres y Salamanca se encuentra este espectacular meandro formado por el río Alagón. Desde el mirador de la Antigua se puede obtener una panorámica de uno de los paisajes más bonitos de España.

En nuestro recorrido por los pueblos más bonitos de Salamanca hemos querido incluir la ciudad, con un riquísimo patrimonio monumental y declarado por la UNESCO Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Pasear por sus calles es hacer un viaje a la “ciudad dorada”, te proponemos un recorrido desde la Plaza Mayor de Salamanca hasta las Catedrales, pasando por la Casa de las Conchas, una visita a la Torre de la Clerecía con las mejores vistas de Salamanca, la Universidad de Salamanca, el Huerto de Calixto y Melibea y un paseo desde el Puente Romano de Salamanca a orillas del río Tormes.